5 representa a
+ representa d
8 representa e
3 representa g
4 representa h
6 representa i
* representa n
F representa o
( representa r
; representa t
? representa u
Con todo eso, Legrand por fin pudo saber qué decía el acertijo:
“A good glass in the Bishop’s Hostel in the devil´s seat forty-one degrees and thirteen minutes northeast and by north main branch seventh, limb east side shoot from the left eye of the death’s head a bee-line from the tree through the shot fifty feet out”.
Si no dominas el inglés, aquí te propongo un pequeño ejercicio mucho más fácil para que sepas lo que decía el manuscrito. Vamos a poner un nuevo enigma para hacer la traducción al español. En la siguiente tabla verás el signo que representa a cada letra que aparece en el acertijo. Lo único que tendrás que hacer es suplir la letra correcta por cada signo, así que no te preocupes, porque no tendrás que hacer todo lo que hizo el buen Legrand. Claro que si lo prefieres, puedes hacer lo mismo que hizo mi amigo. Si te cansas, puedes ver la tabla. ¡Espero que te diviertas y puedas obtener la respuesta!
3+ ;u)+ —82I )+ 58 ?I2:)9*8 F)5 I;*20I )+ 58 2*558 F(5 F*8;5I 4389+:8 ¡ 3+ q98.I2
¡ :9)4) 6*+3:I2 +I9F)2:) 438:9I F) +I9:) 09*+4*085 9869 2)0:*6I —82:8qI 59FI
)2:) 2I589 F)2F) )5 I<I *(=3*)9FI F) 59 48;)(8 F) 4858—)98 3+8 5*+)8 9)4:8 F)2F
89;I5 8 :98—)2 F) 58 ;858 4*+43)+:8 0*)2 .3)98
8 representa a q representa g + representa n : representa t
; representa b ? representa h I representa o 3 representa u
4 representa c * representa i 0 representa p — representa v
F representa d < representa j = representa q ¡ representa y
) representa e 5 representa l 9 representa r ( representa z
. representa f 6 representa m 2 representa s
¿Encontraste la respuesta? Si no, aquí la tienes. O verifica si está correcta:
“Un buen vaso en la hostería del obispo en la silla del diablo cuarenta y un grados y trece minutos nordeste cuatro de norte principal rama séptimo vástago lado este solar desde el ojo izquierdo de la cabeza de calavera una línea recta desde el árbol a través de la bala cincuenta pies fuera”.
Legrand sabía que, a pesar de haber descifrado ese enigma, todavía no tenía todos los datos para encontrar el tesoro, por eso se puso a averiguar. En primer lugar, encontró un Hotel del Obispo. ¡Eso lo puso tan feliz! Luego cambió la vieja palabra hostería por hotel, pero no encontró nada. Después recordó que había una vieja familia apellidada Obispo que vivía en el Castillo del Obispo. Se dirigió para allá y pudo notar en una colina una roca que parecía una silla. ¡Esa es la silla del diablo!, pensó.
Con respecto al buen vaso, mi amigo se dio cuenta que la palabra en inglés glass puede significar tanto cristal como vaso. Y así recordó que los piratas le llamaban glass al catalejo, un aparato que sirve para ver de lejos.
Las frases “cuarenta y un grados y trece minutos nordeste cuatro de norte” eran las coordenadas que se debían buscar con el catalejo. Las coordenadas son puntos en un mapa para encontrar lugares con mucha exactitud. Entonces supo que debía sentarse en la Silla del Diablo y dirigir el catalejo hacia aquella dirección. Ahí había un árbol que sobresalía de los demás, donde observó un punto blanco en una de sus ramas: ¡era la calavera! Así descubrió otra parte del acertijo: “principal rama séptimo vástago lado este”.
Lo de la bala es fácil de explicar: en lugar de una bala, decidió usar al escarabajo de oro por el ojo izquierdo de la calavera, y luego debía medir cincuenta pies. Yo estaba muy sorprendido. ¡Mi amigo era un genio! Desde entonces, y disfrutando nuestra riqueza, me puse a descifrar nuevos acertijos por mi cuenta. ¡Quizá algún día yo encontrara mi propio escarabajo de oro!
SILENCIO
—Escúchame —me dijo el diablo poniendo su mano en mi cabeza—. Ese país que te digo es muy triste. Se encuentra en África. Hay un río viejo y un gran desierto. También hay una selva muy oscura y aterradora. Los árboles que están ahí se mueven sin cesar, pero no sopla ningún viento. Tienen en sus raíces unas plantas venenosas. Quizá por eso los árboles no dejan de moverse, tienen miedo.
Era de noche y caía la lluvia. Pude ver que se levantaba la luna, una luna roja. Y luego vi una roca que se alzaba en el margen del río. La roca era muy gris y altísima. En ella había algo grabado. Avancé hacia ella hasta que me encontré cerca de la orilla para poder leer lo que estaba en la piedra, pero no pude hacerlo. Retrocedí y la luna brilló con un tono más rojo que iluminaba a la piedra por completo. Finalmente, puede leer la siguiente palabra: Soledad.
Miré hacia arriba. En lo alto de la piedra había un hombre de pie. Para espiar lo que hacía, me escondí lo más que pude.
El hombre era muy alto y vestía una toga, aquello con lo que se vestían los hombres de la Antigua Roma. Sus rasgos eran hermosos, pero pude notar que estaba cansado y enojado. Era como si quisiera estar solo.
El hombre se sentó sobre la roca, apoyó sus manos en la cabeza, y miró a todos lados.
Las nubes se comenzaron a poner grises. Una tormenta iba a caer sobre nosotros. El río se agitó. Los árboles se movían con más fuerza. Sonaban truenos y se veían los poderosos rayos atravesando al cielo. Vi al hombre que seguía sentado en la piedra.
De pronto, dejó de caer la lluvia y hubo silencio. Volví a leer las letras grabadas en la piedra, ahora formaban otra palabra: Silencio.
Al hombre le dio mucho miedo y huyó lejos, muy lejos. Ya nunca más lo volví a ver.
Esta fábula me la hizo ver el diablo cuando se sentó a mi lado. Luego se echó a reír y yo nunca entendí bien qué sucedió. No entendí la fábula, y tampoco supe si eso fue un sueño, o en verdad me ocurrió.