El retrato de Dorian Gray página 7

Se levantó de la silla y cubrió el cuadro. Ya no quería verlo ni un segundo más. Sólo pensaba en Sibyl.

CAPÍTULO 7

Dorian se levantó a la una y media de la tarde. Su mayordomo le había llevado ya las cartas del día. Una de ellas era de lord Henry, pero no quiso abrirla. Se levantó, se vistió y desayunó. De pronto vio el cuadro que estaba tapado. ¿Era verdad todo lo que recordaba? ¿Había cambiado la cara del retrato? Se levantó, cerró las puertas y era totalmente cierto ¡El retrato había cambiado!

Pensó que el cuadro le estaba dando un mensaje: que todo se podía solucionar. De inmediato le escribió una carta a la actriz. Cuando la terminó, Dorian sintió que ya había sido perdonado.

De repente llamaron a la puerta. Era lord Henry.

—Siento mucho lo que ha pasado, Dorian.

—¿Te refieres a Sibyl?

—Sí, pero no debes pensar mucho en ello. Es horrible, pero tú no tienes la culpa de nada. ¿Fuiste a verla después de la obra?

—Sí, fui muy malo con ella. Pero ya no siento lo que ha sucedido. Quiero ser bueno y lo seré.

—Me da gusto que lo tomes de esa manera. ¿Cómo comenzarás a ser bueno?

—Me voy a casar con ella.

—Veo que no has leído mi carta y que no sabes nada. Dorian, no te asustes, pero mi carta fue para decirte que Sibyl Vane ha muerto.

Un grito de dolor escapó de los labios del muchacho.

—Eso es una mentira, ¿cómo te atreves a decir una cosa así?

Es cierto. Lo encontrarás en todos los periódicos. Habrá una investigación para saber qué sucedió, pero no debes ser parte de ella. La encontraron en su camerino, al parecer tomó algo por equivocación.

—De manera que he asesinado a Sibyl Vane.

—Has hecho muchas tonterías, pero tú no mataste a nadie —dijo Harry—. Esa muchacha ha vivido realmente, de manera que no ha muerto de verdad. En el momento que te conoció y tocó la realidad, perdió el encanto. Y tú… recuerda que la vida te tiene reservado todo con tu maravillosa belleza.

—Pero, ¿si me volviera viejo y arrugado, qué sucedería entonces?

—Ah, en ese caso, tendrás que luchar para lograr tus metas. Ahora todo el mundo hace lo que le pides. Y ya vístete porque se nos hace tarde para ir al club.

Dorian se dio cuenta que ahora el retrato envejecería y él sería joven por siempre. Una hora después, ya estaba en la ópera con Harry.

CAPÍTULO 8

Dorian estaba desayunando cuando Basil entró.

—Dorian, vine a verte ayer y me dijeron que estabas en la ópera. Debes estar sufriendo mucho por la pérdida de Sibyl. ¿Qué ha dicho su madre sobre lo sucedido?

—¿Cómo voy a saberlo? Estaba en la ópera. Deberías haber ido. Fue maravillosa.

—¿Fuiste a divertirte mientras sucedía todo eso? ¿Acaso no entiendes lo triste que está la familia de esa muchacha?

—Basta, no me hables de esas cosas. Lo pasado, pasado está.

—Eso que dices es horrible. Algo te ha cambiado completamente. Es la influencia de Harry. Lo veo con claridad.

—Es mucho lo que le debo a Harry. Más de lo que te debo a ti. Tú sólo me enseñaste a ser vanidoso.

—Sólo deseo que no seas nombrado en la investigación que están haciendo sobre Sibyl. ¿Ya te llamaron?

—No, nadie sabía mi nombre.

—¿Tampoco ella?

—Sólo que me llamo Dorian, pero a todos les decía que era Príncipe Azul. Tienes que hacerme un dibujo de ella.

—Trataré de hacer algo, pero tienes que venir a posar para mí. Sin ti no hago nada que sea maravilloso.

—No, nunca volveré a posar para ti.

—Eso no puede ser. ¿Dónde está el cuadro que te di? ¿Por qué lo has tapado? Quiero verlo.

Un grito de terror escapó de la boca de Dorian.

—Basil —dijo, sumamente pálido—, no debes verlo. No quiero que lo veas.

—¡Que no vea mi propia obra! No hablas en serio. ¿Por qué no puedo hacerlo?

—Si tratas de verlo, te juro que no te hablaré de nuevo. No te diré por qué no quiero.

—Está bien, pero me parece tonto. La voy a llevar  a una exposición en otoño.